La artista francesa Lucy Schwob (1894-1954) adoptó en 1917 el pseudónimo de Claude Cahun con el que es internacionalmente reconocida. Una personalidad compleja que cabalgó en las filas del surrealismo y consiguió burlar al nazismo reivindicando un arte que estaba bien lejos de las convenciones. Figura importantísima en fotografía y muy especialmente en la historia del autorretrato, si bien sus obras no vieron la luz hasta pasada su muerte.  

Se interesó por temas relacionados con la identidad sexual y la androginia. Solía decir: “El neutro es el único género que siempre me sienta bien”. Precisamente es a partir de sus autorretratos cómo comprobamos que su estética no fue solo motivo de su obra, sino que acaparó toda su existencia. Muchas son las calificaciones que se han dado a esta artista: fotógrafa, escritora, actriz, activista, icono feminista, lesbiana, judía…

Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de la Sorbona, en París, donde bebió de múltiples corrientes artísticas, especialmente del surrealismo, relacionándose con artistas como Marcel Duchamp, Robert Desnos y André Breton.

Desde 1992, prestigiosos museos de París, Londres y Nueva York han consagrado exposiciones a su obra. Este mes, del 4 al 31 de julio, tenemos la suerte de poder homenajearla en la Casa de la Cultura de Boltaña.